Pasar una mala noche sin poder dormir hace que al día siguiente estemos más cansados, nos cueste concentrarnos y estemos de peor humor. Esto es así porque mientras dormimos se liberan ciertas sustancias, como la serotonina, que están relacionadas con el estado de ánimo, el apetito y en general, hace que nos sintamos bien.
Si tenemos problemas para quedarnos dormidos, nos despertamos durante la noche o no tenemos un sueño reparador, no se libera suficiente serotonina y hace que estemos más decaídos e incluso con ansiedad. Un insomnio prolongado está relacionado con estados de depresión por ello es muy importante que nos centremos en dormir bien y por ello debemos seguir una correcta higiene del sueño:
– evitar bebidas excitantes como el café,
– mantener un horario regular a la hora de acostarnos a dormir
– evitar las siestas durante el día y realizar actividades relajantes como leer.
– Reducir la iluminación de la habitación 1 hora antes de acostarse a dormir.
Además, existen productos naturales que nos ayudan a dormir mejor. Las plantas con acción sedante y relajante como la melisa, la pasiflora y la valeriana son muy utilizadas en la medicina tradicional por sus efectos beneficiosos en el insomnio asociado a estrés, agitación y también en los trastornos gastrointestinales de origen nervioso. Ayudan a conciliar antes el sueño y que no pasemos tiempo dando vueltas en la cama sin poder dormir. Son muy interesantes en los casos leves donde los medicamentos (llamados ansiolíticos) pueden ser excesivos y tienen efectos secundarios negativos sobre la atención, la concentración y la vigilancia (por ello siempre los debe prescribir un médico).
Otras plantas, como la amapola de california, son empleadas por sus propiedades hipnóticas y por tanto ayuda a mantener un sueño reparador sin despertares a lo largo de la noche.
Por último, mencionar a la famosa melatonina que es la hormona responsable de la regulación del ciclo del sueño. Se fabrica a partir de triptófano y vitaminas del grupo B y sólo se produce durante la noche (la luz impide su liberación).
Existen en el mercado una amplia oferta de productos para dormir, muchos de ellos son una mezcla de los componentes anteriormente descritos pero antes de tomarlos es fundamental consultar con el médico o farmacéutico para que valore si son compatibles con otras enfermedades y/o medicamentos.
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